Food-eat art
Tres proyectos
2013- performance, “comer sardinas crudas por esos mundos de Dios. road movie”; primer encuentro Manena Juan, escultora. Las Palmas de Gran Canaria.
Capturas de vídeo de la grabación. Realizadora Clara Maseda.
SARDINA CRUDA/LA CRUDA REALIDAD
Me como la sardina cruda, como la cruda realidad en la casa cruda.
Nací muerta en suelo frío, como frías son las aguas del mar profundo.
Traté en mi infancia, día tras día, de vivir como si estuviera viva.
El sosiego era asaltar la nevera, tras la compra en el mercado.
Asaltar la nevera esquivando la mirada de la madre, para comerme el pescado crudo que brillaba en el escurridor plateado. Centelleaban las sardinas muertas a la espera de que mis ojos y mis manos depredadores, las ensalzaran engulléndolas con la salvaje ternura de un niño que juega.
!Eres una salvaje! Gritaba la madre.
Enterrábamos la sardina en febrero, después de Carnaval. Niños enterradores, sin entender que se entierra lo pagano para pasar a lo sagrado.
Ahora, como sardinas crudas en los cementerios de la antigua europa. Homenaje a la vida, a lo pagano, a lo sagrado y al dolor de los niños que no entienden nada. Comerse la cruda realidad en un cementerio, esperando que el universo entienda.
Invito a artistas de otros lugares a la comunión de la sardina cruda.
Un acto desesperado, hecho con sosiego. Para convocar al dolor de los niños, la cruda realidad, la cadena alimentaria, la sardina expiatoria, en el cementerio rendida a la crueldad de las bocas que para sobrevivir tienen que devorar.
Un canto a la infancia, al entierro de la sardina, a la españa franquista, al dolor temprano.
Para no agredirme dibujando una cruz en mi abdomen con un metal, corría a la nevera a comer sardinas crudas. Una reconciliación con el frío suelo, tan frío como las aguas profundas en las que viven las sardinas.
Allí donde nos entierran comeré las sardinas crudas invocando a lo sórdido, lo brutal, lo salvaje, la belleza, la cruda realidad; de que nos deboramos unos a otros; de que las heridas se curan con carne.
La cruda realidad del que anhela construirse un cuerpo sin dolor, devorando las sardinas que descansan en la nevera, después del mercado.
Añadiendo la carne de la sardina a mi carne, para poder ser nombrada.
Carne eres y en carne te convertirás para ser igual a todos.
Lo mejor, fue cuando en los 80 descubrí el sushi.Ya nadie me volvería a llamar salvaje…
2012- performance, “comer sardinas crudas”, Media Quiosc, Arts Santa Mònica y documental “Lost in Cadaqués”.
Fotografía de Andrew Colquhoun. Reportaje fotográfico de la performance: Andrew Colquhoun. Livemedia
2012- Cocinando sushi para todos. Cooking sushi for all.
Cena para 50 personas.
Menú:
Sushi de salmón, atún y calamar.
Maki de aguacate, kabocha (calabaza japonesa),pepino, atún y salmón.
Salmón marinado con Shuchimi Togarashi.
Sashimi/ espirales de calamar con algas nori.
Estrellas de arroz con semillas de sésamo negro.
Sunomono de pepino y algas konbu.
Ensalada de algas y ume shiso.
Flores de zanahoria.
Gyoza (empanadilla japonesa) de verduras y de carne.
3 Salsas. albaricoque/ soja/ aceite de sésamo.
Cuscus de Pollo con frutos dulces.
Cuscus de Ternera con verduras.
Postres
Pasteles de chocolate de Maya.
Pastel de Mikel.
Pastel de Isabel.
Regado con vino de La Rioja y cava, obsequio de Jose Pastor.
Intendencia: Patrick Domken, Lali Lagarriga, Joan Carles Roca Sans y Matilde Obradors
Chenchi me recogió en la estación de tren de Llança, con mi maleta de ingredientes para el “cooking sushi for everybody” event.
Cocina portátil.